Por Anne Alexander coach colaboradora de Coaching Sostenible

Una de las cosas que la formación para ser coach ha significado para mi es poder disfrutar de que la vida es un aprendizaje continuo. Significa también poner en práctica todo lo que aprendo para comprobar y evaluar su relevancia en el día día. Hace que cada día sea una pequeña aventura que resulta de probar algo nuevo, interpretar una experiencia de diferentes maneras o depender de mi misma para encontrar los recursos que necesito para afrontar un nuevo reto.

También soy educadora y llevo muchos años ejerciendo de profesora de inglés y dando formación a profesores. Ahora, aplico coaching a la práctica de la enseñanza. De ahí nace mi gran interés por los temas relacionado con cómo aprendemos o enseñamos (a los hijos, en el sistema educativo y en las empresas por ejemplo)

Ahora, se ha dado la vuelta la tortilla y vuelvo a ser alumna de nuevo en un curso de francés.

De aquí me ha surgido una pequeña reflexión que expondré en este artículo : Una práctica muy común en las clases para aprender un idioma es hacer a los alumnos leer un texto en voz alta, uno por uno. Para mi es una pequeña tortura. Primero les hacen escuchar modelos de pronunciación inapropiados de los otros alumnos igual de inexpertos y luego exponerse a equivocarse, solos y en público, cuando les toca  leer su parte. Cada uno hace su intento desde la inseguridad por no saber cómo se pronuncia lo que no se sabe leer. Se pone tanto esfuerzo en cada palabra que el sentido de una frase, dejando aparte el texto entero, se pierde por completo. En el proceso nadie disfruta ni entiende bien lo que hace y así es muy probable que el aprendizaje sea mínimo también.

Los profesores dicen que es la única manera de practicar y corregir la pronunciación.  Esta creencia viene de poner el objetivo por delante de la persona.

Cuándo practicamos coaching pensamos en la experiencia de la persona para alcanzar sus objetivos. Exploramos las opciones.

Cómo podríamos hacer el ejercicio de otra manera? Una idea por ejemplo sería que el/la profesora lidera como modelo. Se puede leer el texto por partes de una frase, todas a la vez, después de escuchar el ejemplo. Qué efecto tendría? Los alumnos repetirían con más seguridad. Podrían dar rienda suelta a su contribución sin sentirse expuestos al escrutinio de los demás porque todos hablan a la vez. Si se sienten más relajados pueden poner más atención al sentido del texto. Tendrían el doble de oportunidades de escuchar el texto bien estructurado aunque repetido a trozos. El reto está en sincronizar su contribución con los demás alumnos y alcanzar el modelo que acaban de escuchar. Esto fomenta el trabajo en equipo. En el intento oirán el grado de acierto que alcanzan sin sentirse expuestos al miedo de hacer el ridículo. Practicarán la pronunciación igual, pero con disfrute, seguridad y con más probabilidad de tener éxito. Más aprendizaje, que es, al final, el objetivo de todos. El objetivo del educador también se logra empezando con la persona.